Antes de comenzar, deciros que esta ascensión tiene algunas prohibiciones:
En los meses de verano no se puede subir por peligro de incendios y en los demás meses el limite esta en unas 50 personas por día. Así que lo mejor es que solicitéis el permiso lo antes posible, para evitar sorpresas. Este es el teléfono de la oficina del parque 956727029 hay os aclararan todo.Nosotros gracias a un amigo de allí conseguimos el permiso en mano el día anterior, así no tienes que esperar a que abra la oficina para comenzar la ruta.
Con el permiso ya en mano, cogimos la carretera que sale del Bosque a Grazalema, mas o menos en el hito kilométrico 42 sale la senda a mano izquierda, hay un gran cartel indicativo de la ruta.
Dejamos el coche en el apartadero que hay para ello y comenzamos a prepararnos.
La sierra del pinar es de las zonas mas lluviosas de España y ese día no iba a ser la excepción, estanqueizamos bien todo, nos abrigamos bien y comenzamos a caminar bajo una fina lluvia.
La niebla también nos hizo compañía a lo largo del camino.
El camino esta perfectamente señalizado con estacas e hitos pintados, aun con niebla es complicado perderse.
El sendero va remontando por la cara sur, con continua subida y con amplios zig zags vamos comiendo metros a la montaña, tras una hora sin pausa, la vegetación empieza a cambiar y aparecen los primeros pinsapos.
La lluvia descarga con fuerza pero ya no hay vuelta atrás.
Estamos a media hora de la cumbre, el camino deja de ser tan visible y empieza a remontar sobre amplios bloques de piedra, caminamos con lentitud por el fuerte viento y la lluvia.
30 minutos después, siguiendo los señales pintadas en los bloques estamos en la cumbre, un tornillo procedente de un antiguo hito geodésico nos lo confirma.
Que pena, la niebla lo cubre todo.
En días claros se puede llegar a ver incluso la ciudad de Sevilla, aunque para mi lo mas sorprendente tiene que ser el asomarse y ver los 600m de paredes verticales con los pinsapos al fondo, pero eso tendrá que ser otro día.
El frió empezó a hacer acto de presencia y comenzamos la bajada, en una hora estábamos en el coche con la calefacción a tope y cambiándonos de ropa como podíamos.
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