A las puertas del mes de Abril, el mal tiempo esta dejando paso a la buena temperatura y al solecito.
Días que amanecen con un cielo azul y "un Lorenzo" en todo su esplendor hacen que las ganas de escalar broten con mas fuerza por encima de cualquier actividad.
Esta claro que la compatibilidad de la lluvia con la escalada es escasa, a no ser que dispongamos de un rocódromo cubierto, que no es el caso, por lo que en los meses de invierno la escalada pasa a un segundo plano y el alpinismo o las rutas en bici ocupan su lugar.
Entonces aparece nuestro amigo "Lorenzo", este año casi en Abril, calentando con sus rayos e iluminando los días y el mono de la escalada aparece hasta que mi mente solo me pide escalar.Saciar las ganas de tantos meses atrás.
Y es que no hay nada como volver a sentir la calidez de la pared con su inmejorable tacto seco, que hace olvidar la frialdad y humedad de meses pasados.
Sentir el calorcito en la espalda que ya puede ser descubierta, las manos, ya no están agarrotadas por el frió, vuelven a ser ágiles y sensibles, los pies, a los que tanto costaba desnudar para calzar los gatos ahora solo quieren estar descalzos y vuelven los pantalones cortos,toda una comodidad y un sin fin de alicientes que solo me animan a escalar.
Ahora por delante, una semana enterita de vacaciones, y con todo apunto.
Zonas de escalada, elegidas, meteorología, soleada, permiso de la mujer, aceptado y un mono del quince, que sin duda van hacer de estos días, una muy "buena escalada".
